Thursday, 16 March 2023 19:04

La importancia del estudio del protocolo y el ceremonial diplomático-consular

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Las normas de protocolo y los procedimientos de ceremonial en su esencia van más allá de las reglas de urbanidad, de las buenas maneras o del comportamiento social común, aunque pretenden lo mismo: el respeto que nos debemos unos a los otros. La vida acelerada que se vive en nuestros días no ha permitido que las buenas maneras de comunicación de política internacional sean analizadas y muchos menos estudiadas. El sistema internacional actualmente tiene un arraigo histórico con los conceptos de protocolo y ceremonial en cualquiera de sus ramas de estudio, que en el caso de la rama diplomática y consular ha sido parte ferviente para la política exterior de los Estados-nación con un lenguaje no verbal que permite el análisis de las relaciones diplomáticas y consulares entre Estados sin necesidad de mencionar una sola palabra. Varios de los conceptos que emanan del protocolo y el ceremonial demuestran que, después de las Convenciones de Viena de Relaciones Diplomáticas y Consulares respectivamente, los dos conceptos mencionados tuvieron que adaptarse y ser flexibles, pero mucho tiempo antes la buena voluntad de las monarquías, imperios y civilizaciones, ya existían tales actividades protocolares y sobre todo del ceremonial, desde acomodo de autoridades, hasta el reflejo de los primeros pendones (antecedente directo de una bandera).

El protocolo y ceremonial diplomático-consular son formas eficientes de entablar el dialogo entre dos o más Estados-nación y son conceptos derivados de la diplomacia y resultan importantes en el estudio de precedencia, presidencia, vexilología o visitas de Estado oficiales, etcétera. La forma más adecuada de mostrar que los Estados-nación tienen la contemplación de mantener relaciones diplomáticos y consulares es por medio en un principio por las visitas de Estados oficiales o no oficiales, en donde se deja en claro el deseo que tiene el anfitrión para mantener vínculos económicos, sociales, culturales, políticos con su contra parte que tiempo más adelante se refleje como inversiones o acuerdos entre ambas partes. Aunque ha sido históricamente hablando el protocolo y ceremonial diplomático una parte medular entre los Estados-nación, conforme el sistema internacional se fue adentrando en la historia contemporánea surgieron nuevas formas de convivencia entre los Estados en lo que conlleva al trabajo por un protocolo.

Sin embargo, es necesario reconocer la necesidad de actualizar las prácticas del ceremonial para incluir nuevos actores que dan dinámica a la agenda internacional actual, así como áreas de reciente aparición en la agenda internaciónal, como la atención a connacionales en otros Estados y la equidad de genero. En este sentido, el protocolo y ceremonial que hacía referencia al tan famoso manual de Carreño, ya no es funcional en los tiempos modernos. Como lo menciona Aníbal Gotelli, “los conceptos de protocolo y ceremonial siempre atienden a la flexibilidad de los tiempos de la propia humanidad, no se puede hablar de un protocolo y ceremonial rígido y añejo para la relación entre Estados Nación, se debe innovar para dar el debido respeto a todas las culturas del planeta tierra”. Por ende, si se mantiene diplomáticamente y consularmente un manual de protocolo y ceremonial de antaño lo que provocaremos serán malos entendidos en la comunicación no verbal.

El protocolo y ceremonial que hacía referencia al tan famoso manual de Carreño ya no es funcional en los tiempos modernos.

Como definición, el término protocolo deriva del bajo latín protocollum y esté del bajo griego protocollon y etimológicamente de protos primero y kollan encolar, pegar; cuyo significado refiere o significa, la primera hoja encolada o pegada de una serie de documentos donde aparecen los registros de congresos diplomáticos, conferencias y otras actividades de los enviados al extranjero. Por su parte, Foderé consideraba el protocolo como el código de la cortesía internacional en pleno siglo XVIII, o en el siglo XX Jean Serres, codificó las reglas que rigen al ceremonial, que tienen por objeto dar a cada cual, de quienes participan, las prerrogativas o privilegios. Una visión más contemporánea la da José Antonio Urbina al mencionar que el protocolo es una disciplina que, con realismo, técnica y arte, determina las estructuras o formas bajo las cuales se desarrolla una actividad humana pluripersonal e importante; cuyo objeto de su eficaz realización y, en último lugar lograr la convivencia. Asimismo, el doctor Carlos Fuente Lafuente afirma que es un conjunto de normas y técnicas mediante las cuales se regulan y planean los actos promulgados por las instituciones públicas, entidades privadas y por las personas, se establece un orden y desarrollo y se instalan a los invitados y símbolos; y por otro, la profesión que se ocupa de la organización de los actos que afectan a las instituciones, entidades y personas, además de la aplicación de normas y tradiciones vigentes en este campo y de su ceremonial.

Por otro lado, el ceremonial, su definición más acertada para el rumbo del presente documento lo menciona Raúl Valdés Aguilar quien lo define como el conjunto de usos y formas de cortesía que se emplean entre los Estados en los actos públicos (ceremonias); además de ser el código o formulario de las convenciones públicas. Por otro lado, Adolfo de Urquiza, en su Tratado de Ceremonial Público, menciona que es “el conjunto de fórmulas en que se exterioriza la vida de relación de los Estados”.

En la práctica, a menudo se confunden estos términos y se les considera sinónimos entre sí; sin embargo, como hemos visto, su contenido varía, por lo que es conveniente dejar clara la diferencia entre ambos. El protocolo contiene la normatividad establecida tanto en el ámbito nacional como internacional, que sirve para regular el desarrollo del ceremonial. El ceremonial está constituido por la práctica, es decir, por los usos, las costumbres y las tradiciones que, reguladas por el protocolo, y son seguidas en la realización de cualquier acto público o privado.
El mundo moderno exige que todos los organismos internacionales, Estados-nación, estados subnacionales y gobiernos locales aprendan sobre las nuevas formas de hacer relaciones internacionales, o en su debido caso política exterior, en razón del protocolo y ceremonial diplomático y consular. La globalización trajo consigo una conexión inmediata con cualquier parte del mundo, y la cooperación entre los Estados se encuentra al orden del día, en donde las visitas de turistas extranjeros o su atención a connacionales, como también de visitas oficiales de homólogos de presidentes municipales o gobernadores de estados federativos.

Conviene diferenciar al Derecho Diplomático de la política exterior y de la diplomacia propiamente dicha, con las cuales, sin embargo, está indisolublemente ligado. Mientras que la política exterior es el conjunto de posiciones y acciones que adopta un Estado en su relación con otros Estados o en el seno de organismos internacionales con la finalidad de preservar la cooperación por medio del protocolo y ceremonial diplomático muchas de las ocasiones atienden del mismo modo lo consular, si bien la diplomacia es el arte de poner apropiadamente en práctica esa política exterior tanto la rama diplomática como consular ha sido partícipe de la paradiplomacia, en donde destacamos gran presencia internacional de estados federativos y municipios, ya sea por posición geográfica o por flujo turístico pero el tema internacional se encuentra a la orden del día.

En cuanto a la diplomacia, es la ciencia de los intereses y relaciones de unas naciones con otras. Exige el uso constante de la astucia, la cortesía, las buenas maneras, el tacto y la habilidad para negociar. También, en ambas persiguen fines relacionados con los asuntos de gobierno y los negocios del Estado. Quizá la única diferencia reside en que la política es un conjunto de actividades dirigidas a los asuntos internos del gobierno y el Estado, mientas que la diplomacia es un conjunto de actividades políticas centradas en las relaciones internacionales de un Estado y su gobierno. Ahora bien, desde la perspectiva del poder y la adecuación de medios y fines, debemos considerar de qué instrumentos se sirve un sujeto o una sociedad para condicionar el comportamiento de otros sujetos u otras sociedades. El individuo y los Estados deben ser más cautelosos y no siempre recurrir al uso de la ley ni de la fuerza física para imponer su imperio y obtener ventaja sobre sus pares. Aparece así la diplomacia como el arte supremo de la negociación pacífica y la consecución de las ventajas y los efectos deseados.
A lo largo del siglo XX, cuando la revolución tecnológica, el impacto de los medios de comunicación masiva, la electrónica satelital y el ingreso en las relaciones internacionales de una serie de factores nuevos y condicionantes, del cual el más importante es la lucha por la ideología, se ha vuelto cada vez más adecuada la transferencia de las funciones clásicas de la diplomacia de la esfera la actividad política. Frente a la irrupción de la diplomacia política, también llamada open diplomacy.

En conclusión, después de este bosquejo histórico del protocolo y ceremonial diplomático-consular, además de la definición de cada uno de estos conceptos y la relación que mantienen entre ellos, sobre la atención del estudio de más internacionalistas en el tema, nos percatamos de la enorme importancia que tiene tanto para las relaciones internacionales de los gobiernos nacionales como locales. Con esto surgen nuevas formas de perspectiva del protocolo y ceremonial desde los aspectos diplomáticos y consulares. Todo ello funciona conforme avanzamos en el estudio de la historia de la humanidad como la honorabilidad y la credibilidad ha funcionado desde el entendimiento entre los Estados, así como en las relaciones de municipios y estados federativos con el mundo.

Ahora bien, en la perspectiva académica tales conceptos se interpretan como una forma autentica de solamente práctica de los aspectos diplomáticos, pero si se analiza podremos encontrar sustento de metodología de la investigación que nos puede funcionar dando solo algunos ejemplos con datos cuantitativos que reflejan que solamente diez universidades en la República Mexicana imparten alguna materia en relación al estudio del protocolo y ceremonial diplomático-consular, muchas de ellas en la Ciudad de México, y solamente en dos universidades en el resto del país, si nos adentramos en el tema de investigaciones solamente existen dos en el tema de protocolo diplomático de mediados del siglo pasado, cuando el protocolo y el ceremonial no eran flexibles.

Ahora con la globalización tales conceptos han evolucionado y se han ido adaptando a las nuevas realidades que enfrenta el sistema internacional. Es necesario ver al protocolo y el ceremonial diplomático-consular como un objeto de estudio sustentable que darán más campos de investigación y sobre todo más oportunidades de empleabilidad a futuros internacionalistas tanto en la práctica como en la investigación, así como de los estados federativos y gobiernos municipales atender este tipo de situación, y generar agendas de desarrollo en temas de protocolo y ceremonial atendidas en su totalidad, dando con esto un mensaje final en donde recordemos que México en su historia ha mantenido unos de los mejores trabajos de protocolo y ceremonial a nivel internacional, así como dentro de la misma nación.

Additional Info

  • Autor: Ricardo Adán Muñiz Gómez
  • Semblanza: Licenciado en Relaciones Internacionales y Maestro en Educación por la Universidad del Valle de México. Especialidad en Didáctica de la Historia de México por la Universidad a Distancia y Abierta de México, además de obtener la especialidad en Protocolo Integral por la Universidad del Valle de Atemajac. Diplomado en Protocolo y Ceremonial Diplomático - Consular por el Instituto Matías Romero de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Se ha desempeñado como catedrático en varias universidades de la zona metropolitana de Guadalajara, en materias específicas en protocolo y ceremonial diplomático-consular, historia de las relaciones internacionales, estudios de medio oriente. También ha laborado como jefe de protocolo del consulado general de Panamá en Guadalajara y el Cuerpo Consular Jalisco. Actualmente es Presidente del Capítulo Juvenil de la Asociación Latinoamericana de Relaciones Públicas a nivel internacional, así como funcionario público en el Gobierno Municipal de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco en la Oficina de Cooperación Internacional y Ciudades Hermanas.
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